Probablemente sepas  lo que es el síndrome del edificio enfermo, y no por su definición, sino porque hayas sufrido esos molestos síntomas  en alguna ocasión.

Quizás te habrá ocurrido cuando has estado en un centro comercial, oficina, cine o edificio y has sentido sensación de sequedad en la nariz y garganta, irritación en los ojos, dolor de cabeza y que ese malestar desaparece al poco tiempo de haber abandonado ese lugar, esos son los síntomas del síndrome del edificio enfermo. Estos síntomas son la evidencia de que la calidad del aire interior de las instalaciones no son adecuadas para el confort, bienestar y salud de las personas.

Trabajar en un entorno saludable, mejora la productiva y eficiencia de las empresas

No se le presta  ninguna atención a los materiales constructivos de los edificios, instalaciones y hogares, así como al mobiliario y elementos que conforman los espacios interiores. Además de los productos químicos que utilizamos a diario, ya sean limpiadores, ambientadores o insecticidas. Estos productos generan contaminantes a los que estamos expuestos durante muchas horas al día, y  a lo largo de casi toda nuestra vida, con los cada vez más notorios efectos nocivos para nuestra salud.

Como gestor de servicios de limpieza, voy a mencionar  un aspecto generador de una mala calidad ambiental, y es la poca atención que se le presta al mantenimiento higiénico de los pavimentos textiles y moquetas.

Más allá de la funcionalidad que estos pavimentos ofrecen para reducir los ruidos y mejorar la acústica de los espacios al menos en mi tierra, que es Málaga y la Costa del Sol. 

Este material por sí mismo, genera emisiones de compuestos orgánicos volátiles (COVs) que incluyen hidrocarburos alifáticos (resinas, colas, adhesivos) y  también aromáticos (benceno) esto implica que las personas que están en continuo contacto con estos pudieran estar expuestas a distintas afecciones del aparato respiratorio y de la piel. 

Estos soportes utilizados como pavimentos albergan más del 60% de la suciedad existente en una instalación, lo que implica que si no se lleva a cabo un programa específico de limpieza se convierte en  un  reservorio perfecto para la proliferación de  contaminantes biológico en los espacios interiores, por lo que estaremos albergando arena, bacterias, moho, cabello, piel, ácaros. Lo cual, genera  síntomas irritativos, alergias e infecciones, con las consiguientes consecuencias directas de este tipo de contaminación como son el bajo nivel de productividad disconfort entre los ocupantes,  bajas laborales con sus respectivos costes no previstos para la empresa, falta de eficiencia en la organización, etc. 

Es erróneo, valorar la  limpieza de una instalación comercial, deportiva, de ocio o centro de trabajo, solo por su apariencia estética. Debemos ampliar conceptos y parámetros para evaluar con criterios enfocados en la promoción y protección de la salud de las personas, en  la  calidad y salud ambiental  que se respira en el interior de las instalaciones. En Abrilimp, Soluciones Integrales aportamos valor a nuestros clientes ayudando a crear ambientes más sanos, más limpios, más  seguros. 

Jesús Fernández Becerra

  CEO en Abrilimp, Soluciones Integrales